Las células madre tienen diferentes orígenes y cada uno de estos orígenes puede dar lugar a una regeneración y regulación particular. Diferentes investigaciones han demostrado continuamente que hay células más seguras que otras. Asimismo, se ha evidenciado que algunas células tienen una capacidad de regeneración superior a las de otras. En variables tales como la seguridad, la potencialidad de crecimiento y el control celular, la creciente evidencia clínica, reunida a lo largo de los años, ha demostrado que las células de médula ósea mesenquimal específica son las más confiables.
Con el tiempo, hemos excluido de nuestros tratamientos células que representan un mayor riesgo y que, como la evidencia médica internacional ha demostrado, pueden provocar lesiones, alteraciones o patologías al ser utilizadas para enfermedades neurodegenerativas o en órganos internos. Estas células son aquellas que provienen del tejido adiposo, de grasa. Son células que contienen interluquinas o factores inflamatorios severos que pueden causar reacciones negativas.
El sobrepeso afecta la salud de los pacientes, conlleva riesgos inflamatorios y a enfermedades como alteraciones cardiacas, diabetes, problemas neurológicos, entre otros. Estos riesgos están presentes en las células de grasa y por ello pueden reaccionar de manera indeseada.
Las células deben ser estudiadas, analizadas e identificadas en un laboratorio de biología molecular. Deben ser evaluadas individualmente y determinarse si tienen, entre otras cosas, capacidad biológica de regeneración. Posterior a este análisis, debe estudiarse el potencial de la célula para ser modulada y especializada, para, por último, tomar exámenes de esa célula que descarten riesgos de infección y de que haya enfermedades concomitantes que puedan alterar la respuesta del implante celular en el paciente. Nuestras células son valoradas con cargas de telómeros y exámenes especializados pre-quirúrgicos y pre-tratamiento, para saber qué posibilidades de tratamiento tiene el paciente con sus propias células. Las células tienen indicaciones específicas del tejido que van a regenerar. Para finalizar, nuestras células especializadas de médula ósea son colocadas después de 21 días de limpieza, expansión, identificación, modulación y valoración, para ser colocadas por un especialista en el área o el órgano afectado.