Se aplica una luz láser desfocalizada de alta potencia, cuya energía es absorbida por el tejido, favoreciendo a las células de la zona lesionada. De esta forma, se realiza el manejo de procesos inflamatorios y lesiones en tejidos blandos, músculos, huesos, articulaciones y piel, llevando a una reducción del dolor y la inflamación, control neuropático y regeneración neuronal periférica.